sábado, 1 de noviembre de 2014

La Santa Compaña

Se dice por mi tierra que en los bosques, por los caminos, caminan almas que penan rezando un rosario. Es la Santa Compaña, que de santa solo tiene el nombre. Se la conoce también como Estadea, o simplemente Compaña.
Esta es quizás de las leyendas más conocidas de Galicia, extendida por toda la comunidad y las tierras colindantes.
Existen estudios que relacionan la Santa Compaña con la Hueste de Odín, una procesión de muertos liderada por Odín que, al igual que la Santa Compaña, señalaba quien iba a morir.
La Santa Compaña, que es como me la presentaron mis padres hace años, es una procesión de almas o de muertos vestidos con mortajas que recorren el camino de la Iglesia (o el cementerio) hasta el pueblo, parándose ante la casa en la que va a haber una muerte. Van rezando un rosario y sosteniendo algo que parecen velas, pero que realmente son huesos encendidos. Si te encuentras un hueso que ha portado la Santa Compaña el día anterior, será mejor que lo lleves al cementerio...Otras veces se representa simplemente como luces. A veces también pueden ser los muertos del pueblo, y otras esqueletos.
Como dije, la Santa Compaña es una procesión de ánimas o muertos, pero va encabezada por un vivo sosteniendo una cruz. Es una persona que se cruzó en algún momento con la Santa Compaña, y que queda señalada con la tarea de, todas las noches, llevar la cruz, hasta que finalmente muere de agotamiento, porque nunca descansa. La única forma de librarte de la cruz es encontrarte con otro vivo desprevenido, y entregársela a él. Otra característica de este vivo es que a la mañana nunca se acuerda de haber ido la noche anterior con la Santa Compaña, simplemente se siente cada día mas y más cansado hasta enfermar y, finalmente, morir.

¿Y qué pasa si te la cruzas?

La Santa Compaña, aunque puede salir a cualquier hora del día, sólo se deja ver una vez que anochece, aunque hay quien dice que es a partir de las 12 de la noche. Sabrás de su presencia por un suave olor a cera o incienso de iglesia, y por un murmullo que reza el rosario. Lo mejor que puedes hacer es escapar, y no mirarla. Si aún así el encuentro es inevitable, hay varias formas de conseguir que pase de largo de ti.
La primera puede ser poner los brazos en cruz, aunque has de ser rápido, porque si no recibirás las labazadas frías, paliza fría, imagino que puedes imaginar de qué se trata...
La segunda es tirarse al suelo y dejar que la procesión entera pase sobre tí, con fuerza, llenándote el cuerpo de contusiones.
La última, y más recomendable por mi parte y por parte de cualquiera con dos dedos de frente, es entrar en un círculo dibujado en el suelo (algunas versiones dicen que tiene que ser de sal). Las ánimas no podrán entrar en ese círculo. Es aconsejable, también, no mirarlas cuando estés dentro o las invitarás a entrar, o es lo que me decían...
Añado también, si tienes la suerte de encontrarte cerca de un crucero (una cruz en medio de una encrucijada), lo más sensato es correr hacia él, pues las ánimas no podrán parar ahí.
También, al igual que con las meigas, existen cierto tipo de amuletos para evitar que la Santa Compaña te lleve, como pueden ser los cuernos de una vacaloura o llevar una castaña de la suerte.
Aunque la mejor forma de evitarlos es evitar los caminos una vez que oscurezca...

Para terminar, si quieres saber más sobre la Santa Compaña puedes ver el episodio de Cuarto Milenio que habla sobre ella pulsando aquí
Si tienes la suerte de entender el gallego, entonces te recomiendo este episodio de Lendas Vivas sobre también la Santa Compaña.

Por último, y si te apetece leerlo, pongo aquí el enlace a un relato que escribí hace un año sobre la Santa Compaña: La Noche de San Juan


¿Conocíais la Santa Compaña? ¿Qué sabíais de ella? ¿Os han resultado interesantes los documentales?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡No olvides comentar!