sábado, 28 de febrero de 2015

Luna Roja

En el relato que comparto con vosotros este mes, intenté una historia con formato blog, o sea, empezando por la resolución. Quizás no esté muy logrado, pero he disfrutado escribiendo una historia en la que la complicación es no contarlo todo al final... Espero que vosotros también la disfrutéis al leerla :)

Luna Roja

Por: Aradlith


Miércoles, 8 de octubre de 2014

Esto es lo último que voy a escribir. Querría dar las gracias a todos esos lectores que estuvieron ahí, junto a mí, acompañándome en mi investigación a través de esta bitácora online, mostrándome vuestro cariño y apoyo. A vosotros, que tanto me habéis ayudado, no sólo a esclarecer este último tema, sino en mi día a día, muchas gracias, de corazón. Y por eso os dedico mis últimos minutos, contándoos cual ha sido mi decisión final (que ya deberéis intuir si habéis leído las entradas anteriores).

Sentí durante mucho tiempo que todo este tema de la Luna Roja me sobrepasaba. Siempre he sido una persona cobarde por naturaleza, pero por fin he conseguido superar mis miedos. Ayer, en una de mis ahora tan comunes noches de insomnio, he decidido que es hora de dejar de esconderse. Ya he abandonado a Gaia una vez, no puedo volver a fallarle. Tengo que volver y sacarla de todo esto. Voy a volver a colarme en el aquelarre, o romería como lo llaman ellos, en los soportales del Berbés. La verdad es que sigue pareciéndome increíble que el ayuntamiento, sabiendo todo esto, mire hacia otro lado.

No se dónde voy a estar cuando leáis ésto. Pero si lo leéis, tened por seguro que es porque me ha pasado algo. Este mensaje de despedida lo he programado para que se publique en tres días, así que no vais a poder hacer nada por mí. Bueno... miento. Sí que podéis hacer algo por mí. Difundid este blog, toda mi investigación, y que salga a la luz. Copiadlo en vuestros ordenadores, y posteadlo por toda la red. Os lo borrarán muchas veces, pero no será suficiente. Imprimidlo, colgadlo en las farolas y en las paredes públicas, dejadlo en los bares para que se lea, bibliotecas, hospitales... donde sea, pero dadle visibilidad. Tengo mis esperanzas puestas en vosotros.

Un enorme abrazo de despedida, y, como siempre os digo,

Los seres humanos no estamos preparados para conocer qué albergan los misterios del universo.

Martes, 9 de septiembre de 2014

Hace casi una semana, al anochecer, estaba esperando el autobús en la parada del ayuntamiento cuando me pareció ver a Gaia subiendo al Castro. Justo era la luna llena anterior a la Luna Roja.

Gaia me hizo prometerle el otro día que abandonaría la investigación, que era algo que me superaría... Y sé que tiene razón. Es peligroso, entiendo los riesgos, sobre todo después de lo que he visto hace casi seis meses. Pero si es peligroso, yo lo sé, y ella lo sabe... ¿Por qué se mete en la boca del lobo? ¿Por qué va a donde sabe que van a celebrar un aquelarre? Igual es por envidia. Ella, que sabe más que yo, pudo haber sentido celos de lo que he visto, y quiere verlo ella también.

Con esas ideas en la cabeza, subí detrás de ella. Una vez arriba, en medio del bosque, volví a sentir lo mismo que cinco meses antes. Todo a mi alrededor quedó en silencio. Veía el viento mover las ramas de los árboles, veía los coches pasar, pero según me acercaba a donde estaban ellos reunidos todo enmudecía. A pesar de que quería dar la vuelta seguí caminando, persiguiendo la sombra de lo que creía que era Gaia. Y de pronto, como hace cinco meses, el sonido estalló en mis oídos. Ya me había habituado al silencio absoluto, así que volver a oír me sobresaltó. Escuché tambores y voces entonando notas inimaginables perdiéndose entre el viento. Y me olvidé de Gaia. Seguí avanzando, con cuidado de no ser vista, y busqué una posición para ver el ritual.

Al principio no veía nada, era como una danza de sombras deformes. Pero según se fue adaptando mi vista a las condiciones del lugar, vi las siluetas tapadas completamente con túnicas negras, cuyos bailes, frenéticos y violentos, estaban marcados por el sonido de los tambores . No sé cuánto tiempo pasé observándolas, pero cuando me di cuenta la luna ya estaba en su punto más alto. Y esa luna... Cada vez que la veía más segura estaba de encontrarme en otro mundo. Era enorme, y brillante, una luna imposible en nuestro planeta. Discerní entre las danzantes sombras una túnica color rojo sangre entre el montón de túnicas negras, que abandonaron sus bailes y cantos al momento. Entonaba con una fina voz de soprano conjurando a los Dioses. Esta melodía sonaba distinta a la de cinco meses atrás, no solo por la voz, si no por que no me repugnó, al contrario, me pareció el sonido más hermoso que escuché nunca. La mujer (por la voz y las formas que se adivinaban a través de la túnica) llevaba una cesta, de la que sacó una paloma blanca y un cuervo, ambos con los ojos tapados. Cogió al cuervo, y siguió cantando mientras le arrancaba las alas y el pico. El cuervo soltaba un olor putrefacto que casi me hace desfallecer. Esa mezcla atracción-repulsión que sentí en ese momento me mantuvo atada al sitio en el que estaba, hipnotizada. 

Un grito estridente por parte de la mujer de la túnica roja me sacó de mi estupor. Sostenía el cuervo en una mano, y un puñal de plata en la otra. Abrió al cuervo en canal, derramando su sangre sobre la paloma blanca, empapándola completamente. Ató la paloma a una estaca, y volvieron a retumbar los tambores. Ahora los bailes eran infrahumanos. Se contorsionaban de maneras imposibles, saltaban por los aires elevándose casi dos metros, e incluso creí ver a alguno de ellos volar. Sentí que estaba volviendo a vivir lo de hace cinco meses, y de golpe me acordé de Gaia, así que empecé a buscarla. No apareció por ningún sitio, y la luna estaba a punto de ponerse. No quería que me encontraran allí terminado el ritual, por lo que huí. Me autoconvencí de que ella ya no estaba, que había escapado antes y que quedarme allí era una temeridad, y corrí. 

Llevo varios días con el remordimiento de no haber hecho más por ella. Es probable que la hayan capturado, y pude haberlo evitado. Pero como siempre, el miedo me lo impidió. Soy esa clase de persona que en el momento en el que tiene la posibilidad de hacer algo importante siente miedo y solo busca esconderse. Y ahora por mi culpa ella...

No sé que hacer, no sé dónde vive, ni tengo su número de teléfono. He ido a la policía, pero no me han tomado en serio. ¿Quién en su sano juicio creería que en pleno siglo XXI se puede secuestrar impunemente a una mujer joven de esa forma? Y más aún, ¿quién cree realmente en las meigas?

Espero estar preocupándome en vano, y que Gaia haya salido corriendo al igual que lo he hecho yo.

Un saludo, y, como es costumbre,

Los seres humanos no estamos preparados para conocer qué albergan los misterios del universo.


Viernes, 22 de agosto de 2014

Ayer llegué a la cita, en la cruz de los caídos, y Gaia estaba esperando. Me resultaba conocida, estaba segura de haberla visto antes. Es una mujer de unos veinte años, con el pelo lacio y negro hasta el final de la espalda. Iba vestida totalmente de negro, con una camiseta de manga larga y unos vaqueros. Su piel era tan blanca que el sol casi se reflejaba sobre ella. Yo, para variar, iba asustada, pero en cuanto la vi me tranquilicé. Nos presentamos, y empezamos a hablar. Por lo visto ella me vio ayer en la biblioteca Central, y como también está investigando el tema de la Luna Roja en Vigo, quiso conocerme. Es normal, a veces te gusta sentir que no estás sola cuando todo el mundo te toma por loca. Al poco tiempo ya hablábamos como buenas amigas.

Me contó que ella lleva más de dos años informándose sobre esas “sectas”, por llamarlo de algún modo. Todo tiene que ver con unos seres, conocidos como “dioses”, de un gran poder destructor y una mente poco desarrollada en su gran mayoría. En raras ocasiones se tropiezan con humanos, y cuando lo hacen, lo más probable es que estos últimos acaben muertos en el mejor de los casos. Existen ciertos grupos de personas que sirven de intermediarios entre los dioses y los seres humanos, con el poder suficiente para dominar a algunos o incluso pactar con otros. Estos intermediarios, sean brujos, hechiceros, chamanes o meigas, no solo ejercen de intermediarios entre nosotros y ellos, sino que también pueden controlarlos en su favor, pudiendo llegar a alcanzar un gran poder. Hay dioses con los que es imposible tratar, que se mueven puramente por impulsos, y con ellos la única solución es aplacar sus instintos por medio del poder de los intermediarios, que no dudan en sacrificar animales o incluso humanos si es necesario.

Gaia se mostró muy interesada cuando le conté lo que vi hace cuatro meses. Ella, que tan solo había leído registros antiguos y escuchado leyendas de las que se transmiten de boca en boca, no podía creer haber encontrado a alguien que realmente hubiese presenciado uno de sus rituales más importantes, o “romerías”, nombre en clave que les han dado entre ellos hace siglos para poder hablar más libremente del tema entre la gente del pueblo. Me dijo que lo que yo vi era la ceremonia para calmar al dios que duerme en lo más profundo del agua. Ese dios es una criatura violenta e irracional que despierta con cada Luna Roja, cuyo único impulso es arrasar todo lo que se encuentre a su paso, hasta que esta luna se ponga en el horizonte. 

En ese momento le dije que me parecía increíble que no se supiese nada, a lo que ella me respondió: “¿Y quién te dice que no se sepa nada? Simplemente miran hacia otro lado, permitir la romerías puede ahorrar muchos problemas a una comunidad”.

Poco antes de despedirnos, me dijo que el nueve de septiembre será la luna llena anterior a la Luna Roja. Ese día las meigas van a realizar un ritual de preparación en El Castro, así que, aunque sienta curiosidad, es mejor que no me acerque. Y tiene razón, es algo que nos supera a las dos. Quizá es mejor dejar actuar a las meigas y mirar hacia otro lado, porque como siempre digo, 
Los seres humanos no estamos preparados para conocer qué albergan los misterios del universo.

Jueves, 21 de agosto de 2014

Antes de nada, me gustaría daros las gracias a vosotros, que me leéis y me apoyáis. Me alegra saber que hay gente que me escucha, que no estoy sola. También he recibido alguna crítica, pero realmente superan las palabras de ánimo a las de odio, a las que por cierto, ya soy inmune. Es lo que pasa cuando desde pequeña es lo único que recibes por parte de quienes te rodean.

Siguiendo vuestros consejos, he decidido comenzar mi investigación en la biblioteca Central, pero por desgracia no he encontrado nada. He ido también a preguntar a la gente de la zona del Berbés, por si sabían algo, pero me trataban como si estuviese loca. Me he sentido bastante incómoda durante toda la tarde, he de decir. Notaba las miradas de todo el mundo sobre mí, y que la gente evitaba hablar conmigo. Aunque es probable que no sea nada, como suele decir mi psicólogo, y que todo lo que siento nace en mí. Es normal, después del “delirio” que todos aseguran que he sufrido. Mi madre dice que soy “una suerte de Quijote, dí en loca de tanto leer tonterías”. 

Casi había llegado a creérmelo, hasta que vi vuestros mensajes de apoyo. Ahí me di cuenta, al leer que vosotros también habíais entrado en contacto con elementos fuera de la lógica humana de una forma u otra, de que no estoy sola, y de que sobre todo, no estoy loca. Simplemente yo he perdido la venda que el resto del mundo se preocupa de mantener sobre sus ojos.

Otro de los factores que me ha impulsado a tomarme en serio este tema es una carta que alguien coló por debajo de la puerta de mi casa. Eran apenas un par de líneas, citándome mañana en El Castro, en la Cruz de los Caídos, al crepúsculo. Decía ser de alguien con mis mismos intereses.

Me han llamado la atención el lugar y la hora. ¿No podría haberme citado en una cafetería a las cinco de la tarde? ¿Y cómo me habrá localizado? Da un poco de miedo este tema. Haré caso del consejo que me daba mi difunta abuela, y llevaré un pequeño alfiler en la camiseta... Por si se complican las cosas.

Mañana os cuento cómo sigue todo esto. Recordad que 

Los seres humanos no estamos preparados para conocer qué albergan los misterios del universo.

Lunes, 16 de Junio de 2014

La gente me dice que estoy loca. Y no loca en plan adolescente, no, loca de psiquiátrico. Me mandan al “rebullón”, como se dice por aquí. Y yo no se que pensar. He pasado un mes entero en hospitales, completamente drogada, y el siguiente en terapia. Dicen que he sufrido un cuadro delirante-alucinatorio, pero que eso no tiene por qué significar nada, simplemente veces le pasa a la gente mentalmente sana. Mi psicólogo me animó a que abriese un blog para contarlo, pues me haría mirar lo que creí que me había sucedido desde otra perspectiva.

Para poneros en situación: soy una persona que siempre se ha sentido atraída por el mundo paranormal: revistas, programas de TV, libros... todo lo que tratase esa temática yo lo engullía.

Así que no es raro que quisiese dar un paseo bajo la luna llena el 14 de abril, la noche de la primera Luna Roja. Aunque no se pudiese observar demasiado bien, sentía que tenía poder, que me llamaba. Cuando estaba en el Berbés, donde los Soportales, noté algo extraño, aparte de que no hubiese una sola persona, o incluso una luz a mi alrededor. No sabía que era, pero me molestaba. Hasta que caí en la cuenta de que era el silencio. Era un silencio total: no se escuchaba el mar, ni mis pasos. Quise hablar para romperlo, pero ningún sonido salía de mi garganta. Tenía mucho miedo, pero seguí caminando. 

Hasta que el sonido invadió de golpe mis oídos. Era un sonido de cantos y tambores. Ahogué un grito, ¿cómo no pude escucharlo antes?. Me acerqué despacio, tratando de no interrumpir. Bajo los soportales pude ver un grupo de gente vestidos con túnicas negras, semejantes a sombras, bailando de una forma tribal. Saltaban, se contorsionaban, o se arrojaban al suelo mientras sufrían fuertes espasmos. Y sobre sus gritos y sus cantos, una voz destacaba sobre el resto. Era una voz muy melodiosa, pero entonaba un cántico agresivo y desagradable. Quise correr, pero en vez de eso me acerqué más. Este canto repugnante salía de la garganta de una mujer vestida con una túnica con capucha, igual que la del resto, pero de color rojo oscuro. Siempre he oído decir que en muchas culturas el rojo oscuro se relaciona con la muerte en contraposición al rojo brillante, que representa la vida. La mujer llevaba un pequeño puñal con piedras blancas de brillo azulado engarzadas (las famosas piedras lunares), que levantó ceremoniosamente mientras seguía con el cántico. Yo estaba aterrada. No pude reconocer el idioma en el que cantaba, y ni siquiera creo que una persona sea capaz de emitir con su garganta muchos de esos sonidos. Me moví de mi sitio para poder ver sobre qué iba a utilizar ese puñal, y vi una mujer. Tenía el pelo lacio y negro hasta el final de la espalda. Estaba desnuda, atada de manos y pies, y tenía la piel tan blanca que la luna brillaba sobre ella. Era un brillo rojizo. Miré hacia la luna, y puedo jurar que nunca la había visto tan grande, ni tan roja. Es como si fuese otro mundo. La mujer de la túnica roja empezó a hacer incisiones en la piel de la joven desnuda, que no era capaz ni de gritar de dolor. Quise llamar a la policía, pero mi cuerpo no respondía. Estaba paralizada de terror. Pude ver en el cuerpo de la joven desnuda las marcas, y vi que no habían sido puestas de forma fortuita. Al contrario, tenían como una extraña correlación entre ellas, no sabría explicarlo. Era una mezcla de curvas y rectas entre las que se habían dibujado unos caracteres que nunca había visto. Igual estaban en el mismo idioma que el cántico de la maestra de ceremonias.

Noté los pies mojados, no me di cuenta de que había subido la marea, llegando al punto de inundar completamente el ensanche. Recuerdo haber pensado que cómo puede ser, si el ensanche estaba completamente inundado, que el agua apenas me llegase a los tobillos. Volví a pensar en que parecía estar en otro mundo, un mundo que no se rige por las mismas leyes lógicas que el nuestro.

Pararon todos los cánticos, y escuché un eco de algo que recordaba al canto de una ballena a lo lejos. Ese sonido parecía acercase. Y, de donde hace un rato estaba el ensanche, asomó la cabeza de un ser negro, viscoso deforme. Pude ver que era una criatura antropomórfica cuando extendió su brazo hacia la joven desnuda, un brazo que temblaba como si fuese de gelatina.

Y no recuerdo más. Lo siguiente son hospitales, camillas y pastillas, muchas pastillas.

Empiezo a dudar de lo que he visto. Pude haberlo imaginado, pero debió haber un detonante, algo que hizo saltar mi delirio... 

O igual es completamente real.
Los seres humanos no estamos preparados para conocer qué albergan los misterios del universo.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Nuestra Señora de París

Hace cosa de un mes ya que acabé de leer este libro, y llevo tiempo buscando el momento de hablar de él...
File:Victor Hugo-Hunchback.jpg
Ilustración de la edición original de Nuestra Señora

La historia está ambientada en un París medieval (exactamente finales del siglo XV). Recorre la sociedad de la época, la arquitectura, el arte y la cultura popular en general, a través de una historia que refleja la cara más terrible de los sentimientos humanos. Podría decirse que los sentimientos son los protagonistas de este libro, pues es el factor común de todos los personajes: unos sentimientos que los cogen desprevenidos y que no son capaces de controlar.
La historia gira en torno a La Esmeralda, una joven gitana: inocente, pasional, impetuosa, sentimental, bondadosa... y de una gran belleza. A mi parecer, Victor Hugo plasmó un gran romanticismo en este personaje, idealizando la bohemia gitana. Otro gran personaje es Claude Frollo, uno de mis preferidos. Un hombre estudioso, que cree conocer el mundo a través de los libros. Recela de la sociedad, y el pueblo recela de él. Callado, serio y de una personalidad muy huraña, se ve completamente perturbado por su demonio interior, El tercer gran personaje es Quasimodo, el campanero de la iglesia de Nuestra Señora, donde vive casi como un ermitaño. El hilo conductor de la historia es el poeta Gringoire, que se encarga también de poner un hilo cómico en la obra.

Victor Hugo aprovecha el libro y la hsitoria para caracterizar lo más fielmente posible el París del siglo XV: forma de hablar, calles de la ciudad, arquitectura... Y también para lanzar una crítica sobre el maltrato que se le daba al patrimonio. Ya escribí sobre esto hace algunas semanas, podéis leerlo aquí.

En mi opinión, el punto fuerte de la obra se divide en por un lado los personajes, y por el otro la belleza de los escenarios concebidos por Victor Hugo. En resumen, me gusta el romanticismo que se respira en la obra en general. El punto débil de la obra, si puede considerarse un punto débil, es que resulta un poco lenta a veces. La presentación de los personajes se extiende mucho más de lo que está acostumbrado un lector del siglo XXI, por mucho sentido argumental que tenga. También su forma de extenderse al hablar del arte medieval, si es un tema que no te apasiona, puede resultar bastante tedioso (cosa que él mismo reconoce en la introducción, dice, literalmente, que si no te crees capaz que te lo saltes, que tus motivos tendrás). Como detalle, me ha hecho gracia su naturalidad: empieza hablando de un tema, pasa a otro y acaba yéndose por las ramas al irse por las ramas, no sé si me entendéis. En el momento en el que parece que se da cuenta de que se ha desviado demasiado del tema, ni corto ni perezoso, escribe: "pero volvamos a X.

Respecto a la edición, sólo puedo decir que es preciosa: el papel es grueso y de calidad, con ilustraciones en casi cada página. Los márgenes son amplios, y todo está preparado para hacer una lectura cómoda. Bueno... casi todo. Personalmente tuve que hacer números de circo para encontrar postura en el sofá con el libro, para no abrirlo demasiado ni deteriorarlo, porque quien sabe lo delicado que puede ser... Las ilustraciones ayudan a recrear cada una de las escenas y los personajes, alejándonos de la imágen de Disney y permitiéndonos verlos como los imaginó Lacombe. La tristeza que demuestran las facciones de los personajes, su estilo de dibujo, todo permite concebir un mundo tenebroso y casi mágico, como la misma Edad Media. 

En resumen, que he disfrutado mucho leyendo este libro... aunque no he podido evitar comparar a este Victor Hugo con el de Los Miserables, y, obviamente, los años se notan. No se ha convertido ni mucho menos en mi libro preferido, y no es de esos que vaya a volver a leer, pero sí que me ha hecho pensar, imaginar y empatizar con los personajes... y es eso de lo que se trata, ¿no?

sábado, 21 de febrero de 2015

¡2 años en Erethia!

Esta semana Tierras de Erethia se ha hecho un año más mayor. No es un gran blog, ni el más importante, y su porcentaje de visitas haría reír a la gran mayoría de los mortales... pero es el mío, y me sorprende incluso que alguien lo lea. Quizás en un momento como este en el que todos estamos interconectados no parece un gran logro, pero... Sigue maravillándome ver como alguien, aunque sea solo por casualidad, llega a lo que he escrito. Tiene gracia pensar que empecé con el blog actualizándolo unas tres veces al día... para acabar como ahora, con un post a la semana. Y es eso, aunque parezca que más de una vez lo haya abandonado siempre volví, este blog para mí es una prueba de mi constancia, algo que siempre está ahí cuando pienso que no soy capaz de terminar nada, que siempre abandono por el camino... podría decirse que me hace más fuerte.

Pero dejemos de hablar de mí, y hablemos de el blog. Nació por mi necesidad de... No, no. Nació en 2013, es un hijo de la crisis, un modo de evasión de la realidad, para acabar convirtiéndose en una suerte de blog personal, siempre bajo la premisa de ensalzar la cultura y las letras, el arte y el cine. Y eso fue lo que expresé en su primera entrada:



Lunes, 18 de Febrero de 2013
Hoy, como siempre, me he levantado a las 9. He desayunado, mirando las noticias. He ido al ordenador, a leer el periódico. He mirado ofertas de empleo, y yo, al igual que el resto de jóvenes orgullosos, les he dicho que no. Mis razones las puedo esquematizar en varios puntos:
  1. No quiero trabajar de camarera 12h por menos del sueldo mínimo. 
  2. No quiero trabajar esclavizada en una empresa con un contrato en prácticas para que me larguen antes de contratarme. 
  3. No quiero que me contraten "de prueba" como telefonista durante un mes para echarme el día 29 y darme cuenta que he trabajado gratis 
  4. No quiero que me infravaloren sólo por mi juventud 
  5. No quiero que rechacen mi currículum antes de conocerme simplemente por tener más de 20 años y menos de 5 años de experiencia, y todo esto para trabajar en una PUTA tienda de ropa.
Sé que hay crisis, y que tampoco se puede conseguir algo mejor, pero es un asunto que me desespera, y que me hace sentirme, cada día más una inútil.
Cuando miro las noticias, veo corrupción, veo muerte, veo desgracia... Cosa que no mejora al leer el periódico.

ESTOY HARTA DE ESTA REALIDAD

Hoy no aguanté más, y en un acto egoísta, decidí crearme un blog.
Mi intención es que el blog sea un lugar en el que pueda evadirme un poco del mundo, donde compartir mis pasiones y, de paso, entretener a más gente en mi situación.

Y por eso se llama Erethia. Erethia, mi tierra, más allá de los mares, quizás en otra dimensión. Erethia, sinónimo de magia, es el lugar por el que vagan almas como la mía, igual demasiado humanizadas para la humanidad.

Bienvenido, amigo, a lo que por ahora es una buena intención...

sábado, 14 de febrero de 2015

Cuatro películas románticas y cinco película de amor

Como todos sabemos gracias a la publicidad, los arcoíris y esos entes informes que se hacen llamar "parejas de enamorados", hoy es San Calcetín. Y, como no puede ser de otra manera, he preparado una entrada sobre películas románticas basadas en libros. Quizás debido a que tengo uan concepción un tanto diferente de lo que es el amor, he intentado por todos los medios no incluir clasicazos como El Diario de Noah o Love Story (o la que fijo es la película que lo rompe en las listas moñosas este año: Bajo la misma estrella. ¿Os habéis dado cuenta de que cada pocos años sale una película de amor en las que uno de los dos tiene una enfermedad terminal? Es como con las películas de nazis: un éxito seguro. Pero dejemos los tópicos de las empresas cinematográficas para otro momento. 
Ahora si, mi lista de películas románticas que no te puedes perder:

Entrevista con el vampiro


http://pics.filmaffinity.com/Entrevista_con_el_vampiro-942521979-large.jpg
 Vampiros, encaje, terciopelo, pasión e incluso mil maneras de amor diferntes. O eso es lo que veo yo cada vez que veo Entrevista con el Vampiro, un placer para los sentidos. Sacada de el libro de Anne Rice con el mismo nombre, ésta es solo la primera parte de una saga bastante larga. Aún así, puede verse sin parecer incompleta. Muy recomendable, porque es una película hecha para gustar: estéticamente preciosa, un argumento no demasiado complejo, y unos personajes capaces de cautivar a todo el que se deje. No es una obra maestra, por supuesto, y Anne Rice tiene bastante culpa de la ida de olla que existe ahora con los vampiros (pa qué habrá dado ideas), pero hay que reconocer que en su obra los convierte en unos seres muy interesantes.

Orgullo y prejuicio

Orgullo y prejuicio
Esta película no podía faltar, guste o no, simplemente por lo acertado de la adaptación. Es la historia de una familia de clase acomodada y su necesidad de casar a sus hijas. Se da especial protagonismo a la segunda mayor, Elisabeth, una mujer con una personalidad muy fuerte y especial para la época en la que le tocó vivir, que es capaz de rebelarse contra lo establecido... Y que conoce un hombre al que no soporta.

Drácula

Drácula de Bram Stoker
No, no se me ha colado ninguna película de terror aquí. Estoy hablando de Drácula de Bram Stocker, la adaptación más fiel del libro. Y sí, es una historia de amor en toda regla, pero... Eso tenéis que descubrirlo por vosotros mismos si no la habéis visto. Y fijaos qué música...

La dama de las camelias

La dama de las camelias
Una adaptación de 1936 de una novela de Alejandro Dumas. En España se tituló Margarita Gaultier. No es una adaptación especialmente fiel en algunos sentidos, pero merece la pena verla, pues conserva la esencia de la novela.

El cuervo

El cuervo
Y por último una historia de amor más reciente, inspirada en un cómic del mismo nombre. Tiene una trama muy romántica, pero amarga a la par. Con deciros que el autor escribió el cómic para intentar superar la trágica y aparatosa muerte de la que era su novia, de la que siempre se sintió culpable, os hará una idea de la tristeza que embarga la historia. Aconsejo encarecidamente verla a todo el mundo, e incluso pasar de verla e ir directamente al cómic.

Y hasta aquí la lista. Si se os ocurre alguna otra película de amor no convencional no dudéis en decírmelo en los comentarios.

sábado, 7 de febrero de 2015

películas para una noche de tormenta

Visto lo visto, con el tiempo que tenemos aquí en Galicia, y con la perspectiva de estos días inhumanamente fríos, he hecho una selección de películas que poder ver en el sofá, acurrucados con manta y tormenta.

El exorcista

En primer lugar un clásico: el exorcista. El libro (que reseñé aquí) no me acabó de convencer, no me gustó el estilo de escritura del autor. Lo mejor fue la forma en la que jugaba con el subconsciente del lector, sin dejar claro en ningún momento si lo que narraba tenía o no explicación no paranormal. La película, a mi parecer se posiciona más, pero eso no hace que, a mi entender, sea la mejor película de terror que haya visto nunca: cuenta la historia a pequeñas pinceladas, sumergiéndote poco a poco en la trama y haciéndote ver incluso racional el practicar un exorcismo a la niña. Es algo a lo que, creo, la industria del cine en este momento no se arriesgaría: ¿aburrir al espectador durante más de media hora de "nada"?. A mí precisamente es esa media hora de "nada" la que me parece que hace especial esta película sobre las otras.




La máscara de la muerte roja


No se puede hablar de películas de sofá, manta y tormenta sin hacer una alusión al gran Vincent Price. En sus películas se muestran todos los tópicos habidos y por haber del terror clásico: castillos, mazmorras, tormentas... 
Un aviso: si podéis, miradla sus películas sin doblar. Homer Simpson ha hecho mucho daño...


El resplandor

El resplandor es otra de esas películas que se alzan sobre el resto. No cuenta nada nuevo, la historia no es que sea especial... Pero las actuaciones son lo suficientemente buenas como para alzarla sobre el resto de las películas de este género. El argumento se basa en una familia que se traslada a vivir a un hotel durante el invierno, mientras está cerrado. Un ambiente tétrico, misterios y locura... Siempre sorprende cuando se ve por primera vez.


El libro de los muertos


Seamos sinceros: no se suelen hacer grandes adaptaciones de los relatos de Lovecraft. Así que, de entre lo mediocre, selecciono dos: primero El libro de los muertos, donde cuenta tres historias basadas en sus relatos.

Dagón: la secta del mar

La segunda recomendación es Dagón: la secta del mar. Es una película mediocre, considerada incluso de serie B... Pero se ha rodado en Galicia, en Combarro (Pontevedra) para ser exactos. Trata sobre un grupo que naufraga cerca de este pueblo, en la película llamado Inboca, para descubrir que pasa algo raro...

Ringu

Para finalizar, como exponente de terror japonés, me decanto por Ringu, la película en la que los americanos se... ejem... inspiraron para hacer The ring. La japonesa está inspirada a su vez en un comic, por lo que demuestra que hay algo más aparte del mal llamado "terror psicológco" (debería ser "espasmos-por-musiquita-y-sonidos-extridentes). La historia de la película trata sobre la típica leyenda urbana japonesa: una maldición.



lunes, 2 de febrero de 2015

Pequeña realidad sobre el patrimonio

Antes de empezar a hablar de Nuestra Señora de París, cosa que me va a llevar más de una entrada, me gustaría hacer hincapié en una realidad sobre el patrimonio. Esta entrada me la inspiró una nota incluida originalmente en la edición definitiva de 1832 que se hizo de la obra, donde se incluyeron algunos libros extraviados. 
En esta nota comenta el porqué de esa edición, y el porqué de que tenga algún libro más. Victor Hugo cuenta que unas carpetas en las que tenía los libros se perdieron en el momento de llevarlos a imprimir, y como no eran relevantes a la historia, no pasó el trabajo de reescribirlo (realmente dijo que le daba pereza, un punto por su sinceridad). Obviamente, en el momento en el que aparecieron aprovechó para incluirlos, ¿por qué no? La obra había sido concebida así desde un principio.
Victor Hugo en 1876 por Etiène Carjat

Lo que llamó mi atención al leer esa nota es que decía que no son libros relevantes para la historia porque tratan sobre arte y escultura medieval, y que por ello entendía al lector que por desinterés o pereza quisiese saltarlos. El autor aprovechó la ocasión también para hablar del poco interés que se tiene en el París decimonónico por el patrimonio medieval, y en los destrozos realizados a muchos edificios insignes de otras épocas en favor de la censura, o simplemente de adaptarlos a las nuevas modas. Muchas veces incluso los sectores de poder utilizaban el patrimonio como excusa en sus luchas contra el bando contrario… Cuando no metía la mano la Iglesia la metía la clase política.
¿Os suena? Porque para mí fue una sorpresa bastante desagradable ver la actualidad que tienen esas palabras. Y para muestra un botón: a pesar de lo ocupada que he estado y el poco caso que he hecho a las noticias, me vienen sin esfuerzo tres a la mente, que he conocido simplemente en estos últimos 15 dias.

El primero es el que creo que todos conocemos por el revuelo que causó en las redes sociales: La barba de Tutankamón y el desastre del Super Glue. Suena a comedia mala,pero por desgracia no es ficción.
Los otros dos son a un ámbito más local, pero que reflejan perfectamente este problema del desinterés en el patrimonio, el desconocimiento, las ganas de ahorrarse unas perras, y el utilizarlo como bandera para recolectar votos. Uno de ellos he de decir que fue un accidente, pero aún así, sigue sin ser disculpable. Hablo de los petroglifos de Campo Lameiro, deteriorados porque la persona que manejaba la desbrozadora no sabía por dónde iba. Si queréis, aquí podéis leer el post en el blog A Galicia Máxica.
El segundo caso, también conocido gracias a A Galicia Máxica, es sobre cómo en Galicia se utiliza el patrimonio como forma barata de hacer campaña electoral, de una forma tan descarada que hasta da vergüenza que se rían de esta forma en nuestra cara. Si os interesa, aquí podéis leerlo.

Como decía, da miedo comprobar que sólo hemos avanzado en hipocresía. Total… ¿A quién le interesa la cultura el patrimonio en un país que busca turismo de sol y playa?